Una marea de plástico

La ruta del plástico hasta el océano aún tiene opciones de cambiar su curso.

Photo of plastic trash floating around the sea Photo of plastic trash floating around the sea


Hace dos décadas, un submarino descendió a las profundidades de la Fosa de las Marianas, la parte más profunda de los océanos del mundo.


En pleno Pacífico occidental, a una profundidad de 10.988 metros, encontró una bolsa de plástico. Los científicos creen que se trata del primer desecho plástico encontrado a tan gran profundidad, el cual tardará entre 400 y 1.000 años en desintegrarse.



Diez mil metros más arriba, la superficie del océano también está cubierta de basura. Quizás hayas oído hablar de la gran mancha de basura del Pacífico, también conocida como la “isla de basura”. A lo mejor has leído que esta masa flotante de desechos plásticos cubre un área deunos 1,6 millones de kilómetros cuadrados, equivalente al doble de la superficie del estado de Texas o tres veces el tamaño de Francia.


Hasta 13 millones de toneladas de plástico en el océano cada año. Hasta 13 millones de toneladas de plástico en el océano cada año.

Hasta 13 millones de toneladas de plástico en el océano cada año. Foto: Alexander Tidd / Marina de los EE. UU.

Hasta 13 millones de toneladas de plástico en el océano cada año. Foto: Alexander Tidd / Marina de los EE. UU.


Semejante contaminación de plástico en el océano tiene un impacto nocivo para la vida marina, para el planeta y para nosotros, los humanos. Según ONU Medio Ambiente, este impacto genera gastos de unos US$ 13.000 millones al año, incluidos los costos de limpieza y las pérdidas económicas para el sector pesquero y otras industrias.


La escala de este problema hace que parezca imposible de abordar. Sin embargo, la isla de basura formada en el Pacífico está compuesta de trozos de plástico que han llegado hasta allá a través de una cadena de acciones deliberadas. Trazar la ruta que sigue el plástico hasta llegar al océano nos permite ver las acciones que podemos realizar cada uno de nosotros a cada paso del camino para transformar radicalmente esta situación.



Antes de que un trozo de plástico llegue a mar abierto, antes de que se hunda y llegue al fondo del océano, lo más probable es que ese plástico haya sido depositado en alguna de nuestras costas. Todos los años se vierten al océano alrededor de 13 millones de toneladas de plástico. Según ONU Medio Ambiente, esto equivale a vaciar el contenido de un camión de basura en el océano cada minuto.


El plástico es en especial letal para los sistemas de arrecifes de coral. Los arrecifes de coral sanos son auténticos viveros del mundo submarino, sistemas que alimentan y dan cobijo a una variedad asombrosa de organismos vivos. Protegen más de 150.000 kilómetros de línea costera en 100 países y territorios, salvaguardando las comunidades costeras de las mareas ciclónicas, los vientos y el oleaje. Según un estudio reciente, cuando los corales se ponen en contacto con el plástico, las probabilidades de que contraigan alguna enfermedad se disparan del 4 al 90 por ciento.


“Las personas no deberían permitir que sus residuos naden”

Ellen McRaye es una bióloga marina residente en Belice, país al que llegan muchos visitantes para disfrutar del buceo en el espectacular Agujero Azul y la barrera de arrecifes más extensa del hemisferio occidental. Durante los últimos 40 años, Ellen ha visto la desaparición de los bosques de manglares, que actúan como filtros contra la contaminación, y el pescado debido al turismo no sostenible y otras prácticas,como la sobrepesca o el vertido de aguas residuales no tratadas en los viveros de coral.


A través del Programa de Pequeños Subsidios del PNUD, Ellen y un grupo de voluntarios han podido refaccionar una vieja embarcación, dotarla de un motor moderno y rehabilitar un centro para educar a los visitantes sobre las ventajas del turismo sostenible. El grupo de Ellen se dedica a cuidar los viveros de manglar en la Reserva Forestal y Marina de Cayo Corkery a realizar limpiezas semanales a lo largo de la costa para recoger la basura que asfixia y mata a los manglares. Asimismo, recopilan datos que facilitan la toma de decisiones por parte de las autoridades locales a la hora de proteger el futuro de la principal fuente de recursos del país: la barrera de coral de Belice.


El impacto de la labor de los voluntarios es enorme, no solo en Belice sino en todo el mundo. En Líbano, cientos de jóvenes han prestado su colaboración en una serie de iniciativas de limpieza de playas. Con cada bolsa, juguete o neumático que extraen de las playas o del mar, estos jóvenes están lanzando un mensaje rotundo sobre la necesidad de cambio.


La basura que dejan los visitantes en la Reserva Forestal Caye Caulker a menudo encuentra su camino hacia el océano. Foto: PNUD

La basura que dejan los visitantes en la Reserva Forestal Caye Caulker a menudo encuentra su camino hacia el océano. Foto: PNUD

La bióloga marina Ellen McRaye ha pasado 40 años promoviendo el turismo sostenible en Belice. Foto: PNUD

La bióloga marina Ellen McRaye ha pasado 40 años promoviendo el turismo sostenible en Belice. Foto: PNUD

Jóvenes participan en una limpieza de playa. Foto: PNUD India

Jóvenes participan en una limpieza de playa. Foto: PNUD India


Los ríos, autopistas de desechos plásticos


La basura acumulada en las costas, la actividad del sector pesquero a nivel mundial, el transporte de carga por vía marítima, el turismo y los vertidos ilegales de residuos plásticos son factores que contribuyen a la contaminación plástica en el océano abierto. Sin embargo, una de las fuentes más importantes de esta polución son los ríos que conectan con las ciudades y pueblos del interior. Cerca de la tercera parte de la población mundial vive en las riberas de los 122 ríos más contaminantes del mundo.


Los ríos transportan desechos plásticos al océano desde ciudades y pueblos del interior. Los ríos transportan desechos plásticos al océano desde ciudades y pueblos del interior.

Los ríos transportan desechos plásticos al océano desde ciudades y pueblos. Foto: PNUD Sierra Leona

Los ríos transportan desechos plásticos al océano desde ciudades y pueblos. Foto: PNUD Sierra Leona


Motivar a los turistas


El parque nacional de Gorkhi-Terelj, enclavado en el valle del río Terelj, es la atracción turística más popular de Mongolia. El parque está viendo un incremento del 8,5 por ciento anual en el número de visitas de excursionistas que llegan para pasar el día opara acampar. El año pasado, el parque recibió 140.000 turistas. La creciente popularidad del lugar ha hecho que, durante la temporada turística alta, los guardas del parque tuvieran que recoger hasta cuatro toneladas de residuos al día.



El PNUD y las autoridades del parque nacional están llevando a cabo un experimento innovador para abordar el problema. En colaboración con la sede australiana del grupo Behavioural Insights Team (BIT), la iniciativa tiene por objeto motivar a los visitantes a fin de impulsar comportamientos positivos que prevengan la contaminación plástica y el vertido de residuos en puntos clave de su ruta por el parque.



En sus orígenes, la bolsa de plástico fue considerada una innovación y fue bien recibida, principalmente por los habitantesde las ciudades. Durable y cómodo, el plástico es un material perfecto para las demandas de la vida urbana.  


Sin embargo, el 86 por ciento de los envases de plástico que se producen en el mundo no se reciclan, según datos de McKinsey & Company. Esto significa que cada bolsa de plástico que utilizamos para transportar un simple producto desde el supermercado permanecerá durante varias generaciones.


En 2030, dos tercios de la población mundial vivirá en ciudades. La mayoría de las mega ciudades del mundo están asentadas cerca de la costa o de deltas fluviales. Si la población mundial va a alcanzar los 9.700 millones de personas en las próximas tres décadas, como está previsto, las ciudades se presentan como el gran campo de batalla contra la contaminación del plástico.


"Lo que hacemos es para el futuro".

En Arequipa, la segunda ciudad más grande de Perú, Gregoria Cruz, de 49 años, hace algo más que reciclar la basura: la re-imagina. Gregoria trabaja en Recicla Vida, una asociación de recicladores, la mayoría mujeres, dedicada a extender la cultura del reciclaje en su ciudad. Las mujeres recogen unos 400 kilos de residuos todoslos días.


Al formalizar su actividad como recicladores oficiales de la ciudad, han logrado alcanzar visibilidad y reconocimiento en una urbe donde, en otra época, vivían y trabajaban en los márgenes de la sociedad. “Somos recicladores oficiales; ayudamos a cuidar elmedio ambiente en el que vivimos”, dice Gregoria. “Lo que hacemos es para el futuro”.


Las acciones individuales por sí solas no van a detener la invasión de plásticos que van a parar al océano. Son los gobiernos, las empresas y todos los sectores que trabajan con plástico quienes pueden generar el mayor impacto mediante la inversión en alternativas sostenibles.


Los recolectores de basura brindan un servicio invaluable en muchos países. Foto: PNUD Perú

Los recolectores de basura brindan un servicio invaluable en muchos países. Foto: PNUD Perú

Los recolectores de basura brindan un servicio invaluable en muchos países. Foto: PNUD Perú

Los recolectores de basura brindan un servicio invaluable en muchos países. Foto: PNUD Perú

Gregoria Cruz promueve una cultura de reciclaje en la ciudad de Arequipa. Gregoria Cruz promueve una cultura de reciclaje en la ciudad de Arequipa.

Gregoria Cruz promueve una cultura de reciclaje en la ciudad de Arequipa. Foto: PNUD Perú

Gregoria Cruz promueve una cultura de reciclaje en la ciudad de Arequipa. Foto: PNUD Perú


¿Dónde empezamos? Analizando nuestra relación con el plástico


Costa Rica ha dado un ambicioso paso al elaborar un plan para la prohibición total de los plásticos de un solo uso. En la República de Moldova han empezado con las omnipresentes bolsas de plástico. El país trabaja en la elaboración de un programa de dos años para eliminar progresivamente las bolsas y, en este contexto, la comunidad estudiantil colabora activamente en la investigación para encontrar posibles alternativas.


Mariana y Octavian son estudiantes de urbanismo y arquitectura en la Universidad Técnica de Moldova. Su investigación se centra en encontrar patrones de comportamiento que faciliten la transición, tanto para los consumidores como los puntos de venta. Su estudio es una tarea en progreso, y la pareja tiene previsto presentar las soluciones que encuentren en el próximo campus de innovación organizado por el PNUD Moldova en el marco de las iniciativas del Fondo para la Innovación.


El PNUD trabaja también con gobiernos de todo el mundo para encontrar soluciones empresariales, como las economías circulares para la gestión sostenible de los residuos. Por ejemplo, el Gobierno de Kenya elabora actualmente la Medida de Mitigación Apropiada para el País (NAMA) en torno a un enfoque de economía circular para la gestión de los residuos sólidos en las zonas urbanas.


En lugar de enviar todos los residuos alos vertederos, la gestión sostenible de los residuos con un enfoque deeconomía circular añade nuevos puntos a la cadena de valor en Kenya. En un futuro, el 90 por ciento de los residuos recogidos se llevará a estos puntos: centros de reciclaje, plantas de compostaje y depuradoras de residuos orgánicos.


En cada momento, en el mundo hay en uso un millón de bolsas de plástico. Cada una de esas bolsas tiene una vida útil promedio de entre 12 y 15 minutos antes de ser desechada. Las bolsas y otros objetos de un solo uso —vasos y botellas de plástico, envases de comida— constituyen el 89 por ciento de la basura plástica identificada en las profundidades marinas. 


El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 14 se enfoca a mantener la salud de los océanos; por tanto, es fundamental encontrar una solución a la contaminación del plástico para poder garantizar la salud marina y la de los seres humanos.


Los estudiantes Octavian y Mariana están investigando los puntos de vista del comportamiento para facilitar una transición sin problemas hacia el fin del uso de las bolsas plásticas. Foto: PNUD Moldova

Los estudiantes Octavian y Mariana están investigando los puntos de vista del comportamiento para facilitar una transición sin problemas hacia el fin del uso de las bolsas plásticas. Foto: PNUD Moldova

Un enfoque de economía circular desvía la basura del vertedero al reciclaje y otros sitios de tratamiento de desechos. Foto: PNUD India

Un enfoque de economía circular desvía la basura del vertedero al reciclaje y otros sitios de tratamiento de desechos. Foto: PNUD India

La mala gestión de los desechos al interior del territorio es el mayor facilitador de la contaminación del plástico oceánico. La mala gestión de los desechos al interior del territorio es el mayor facilitador de la contaminación del plástico oceánico.

La mala gestión de los desechos al interior del territorio es el mayor facilitador de la contaminación del plástico oceánico. Foto: PNUD Senegal

La mala gestión de los desechos al interior del territorio es el mayor facilitador de la contaminación del plástico oceánico. Foto: PNUD Senegal


¿Cómo puedes ayudar?


Imagina tu día. Empieza por tu rutina matinal. Cepillarse los dientes. Ducha. Colegio. Almuerzo. Compras.


Ahora, imagina tu día sin una sola bolsa de plástico. ¿Podrías lograrlo?


Dependemos del plástico. Nos lo encontramos en todas las facetas de la vida moderna. Sin embargo, lo que sí puedes hacer es asegurarte de que el plástico que usas no llegue hasta el fondo del mar. El tradicional plan de tres erres todavía sirve: reducir drásticamente la cantidad de plástico que usas; hacer la transición a envases y otros productos deconveniencia que se puedan reutilizar; y reciclar lo que ya no necesitas.


Durante el día, a medida que vayas desarrollando tus actividades, detente un momento para reflexionar sobre el uso del plástico. Asimismo, toma en cuenta que cualquier decisión, por mínima que parezca, puede servir para cambiar el futuro de nuestro medio ambiente y del planeta.